02/12/2020
Blanco miente. Racing Club no está legalmente autorizado a construir en su predio
Diego Milito, el último señor en el “brazo dirigencial” del club, deja su cargo entre otras cosas hastiado de las mentiras. Uno de los detonantes, el anuncio que en junio pasado difundiera el propio presidente afirmando que la institución ya podía disponer de su predio en Esteban Echeverría luego de más de una década de pugnas jurídicas, algo que no se corresponde con la negativa de una realidad judicial que se impone de acuerdo con la investigación que desarrollara IrrompibleAcademia.com.ar
El 23 de junio pasado Racing Club anunció oficialmente y en tono de festejo, el logro de gestión de haber conseguido finalmente, luego de varios años de una batalla judicial, la autorización para disponer de los terrenos en Laguna de Rocha (que le fueran cedidos en 2009 por el gobierno nacional) para la construcción de un centro deportivo de alto rendimiento.
En su anuncio, sería el propio presidente de Racing Club, Víctor Blanco, quién públicamente manifestara: “Un desafío más cumplido, lograr el Predio de Esteban Echeverría un lugar privilegiado. Esto es trabajo en silencio de mucha gente que ama al club, entre ellos quiero destacar a @Julio_Alak que estuvo en todo momento. Es el comienzo de un sueño de todos”. En esa misma sintonía, en una nota publicada en su sitio oficial, el club comunicaba: “Ahora sí, de manera definitiva, Racing Club puede disponer del extenso predio de Esteban Echeverría”.
Tal anuncio se basó en el informe que el 5 de junio anterior enviara el intendente echeverriano Fernando Gray, como presidente del Comité de Gestión de Laguna de Rocha, a la Suprema Corte de Justicia Bonaerense, informándola respecto de su aprobación del plan de obras que el club había tiempo atrás presentado a las autoridades pertinentes para avanzar con el desarrollo de su predio. Cabe aclarar que dicho comité es un organismo de participación social con asiento municipal, fiscalizador de la reserva, que debe avalar o desestimar toda obra a desarrollar en zonas de influencia de la laguna.
La notificación del intendente Gray manifestaba, con la clara finalidad de inclinar la balanza del tribunal de justicia en favor del club, que “no habiéndose recibido consultas ni oposiciones, el informe en relación al proyecto del centro deportivo ha quedado aprobado”.
Posiblemente el anuncio de Víctor Blanco se haya basado también en alguna otra información que el club estuviera manejando; la cercanía de la cúpula dirigencial académica con importantes funcionarios del gobierno hace razonable pensar que pudo además haber conocido anticipadamente que la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) dictaría la Resolución 109/2020, publicada recientemente en el Boletín Oficial del 20 de octubre, nuevamente asignando en su favor las parcelas en discusión a pesar de la vigente instancia judicial.
Sin embargo, y a pesar del triunfal ímpetu académico basado en la favorable maniobra de Gray (su citado informe del 5 de junio) que pareció a los ojos de Racing Club como “la salida del sol y todo un radiante y promisorio horizonte” para la construcción del campo deportivo en las cercanías del Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, sumada a la flamante reconfirmación del otorgamiento vía la mencionada Resolución de la AABE, la realidad continúa encapotando toda definitiva euforia triunfalista a fuerza de verdades judiciales.
Los anuncios del club acerca de la habilitación para proceder con las obras en el predio de junio de este año rápidamente resultaron opacados por los últimos movimientos en el expediente judicial I.72.760 (caratulado: “Asociación para la Protección del Medio Ambiente y Educación Ecológica ´18 de Octubre´ c/ Provincia de Buenos Aires s/Inconstitucionalidad ley 14.516”) que indican, por el contrario, un poco promisorio horizonte para su legítima pretensión de desarrollar un centro deportivo de élite a apenas cinco minutos de la gran terminal aérea.
Entendiendo la historia de una judicialización que alcanzó la Suprema Corte bonaerense
En 2013, con la promulgación de la Ley provincial N°14.488 que declarara a “Laguna de Rocha” como una “reserva natural, integral y mixta” (el máximo nivel de protección que un terreno protegido puede recibir), los colectivos ambientalistas y vecinales de la zona treparon al pináculo de una gloria que jamás imaginaron que el voluntarismo político les vendría a mellar, posiblemente convencidos que tal ley, que le concedía total protección como reserva, la había hecho definitivamente inviolable e inutilizable para el club.
Sin embargo, esta presunta inviolabilidad sería puesta en discusión por la maniobra que se coronara con la Ley provincial N°14.516 de apenas unos meses después. Su fin: separar 64 hectáreas del área flamantemente protegida para cederla por mitades a Racing Club y “a la bosta” para su uso exclusivo, desoyendo todo aspecto legal concebible.
Naturalmente la oposición a dicha ley no se haría esperar, y originaría todo el complejo litigio judicial hasta hoy irresuelto:
El amparo cautelar propugnando la inconstitucionalidad de la Ley N°14.516 rápidamente llegó a través del Dr. Leandro Giannini, abogado patrocinante de la “Asociación para la Protección del Medio Ambiente y Educación Ecológica ´18 de Octubre´”, uno de los colectivos ambientalistas que se opone a la cesión de los terrenos. El Dr. Giannini, en palabras textuales, confirma hoy “la plena vigencia de la cautelar” (que impide el desarrollo de cualquier obra en Laguna de Rocha) y aclara que “la corte nunca terminó por autorizar obras de Racing Club en el predio.” Que, en cambio, sí “podría levantar la cautelar con la condición de que el club cumpliese con las condiciones que la propia corte no le diera nunca en concreto aún por cumplidas”; en definitiva, que la suspensión original respecto de la realización de cualquier obra y/o avance en el predio mantiene actualmente su plena vigencia.
La dura batalla legal planteada por los colectivos ambientalistas que defienden la calidad de “área protegida” de la zona ha impuesto una suerte de lodazal jurídico-político de ya larga data, de irónica y pantanosa reminiscencia a la geografía que puede encontrarse recorriendo las adyacencias de los terrenos en pugna; y que atañe, amén del gobierno, al máximo tribunal de justicia bonaerense como protagonista excluyente.
Una definición judicial más que empantanada
Atenta la corte al adelanto en las obras que Racing Club (habilitado entre los múltiples avances y retrocesos judiciales de la causa) fuera realizando con el correr de los años, pero sobre todo a las diversas deficiencias en el plan de obras presentado desde el club, detalladas en el Memorando COT N°171/2014 de ACUMAR (Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo), en el cual se apunta textualmente que:
“La documentación técnica aportada por la institución Racing Club tiene limitaciones en cuanto al alcance informativo. De lo observado in situ, y cotejado con la documentación técnica remitida se observan importantes contradicciones entre los gráficos presentados y el área de terreno movilizada. Se estaría ante la presencia de un desmonte parcialmente no autorizado. Con respecto al exceso de movimiento de suelos realizado, si bien el Sr. César Peri, Gerente de Racing Club, habría admitido en la conversación telefónica la incursión en un error de técnica de movimiento de suelos, se interpreta que deberá interponerse alguna acción reparatoria del hábitat natural en función a lo establecido por el Principio de Responsabilidad vigente en el artículo 4to de la Ley General del Ambiente N°25.675”, le queda claro al tribunal la insuficiencia en la documentación técnica por el club aportada, las deficiencias en su plan de obras (el cual necesita ser aprobado para poder iniciar la construcción), y sus violaciones consistentes en no autorizadas y mal ejecutadas modificaciones del terreno.
Es en este contexto que la Suprema Corte de Justicia bonaerense, anoticiada de la ocasionada degradación del ambiente (razón por la cual deberá el club, incluso previamente a haber puesto siquiera “un ladrillo” en el predio, asumir los costos de las correspondientes acciones correctivas de recomposición), espera ahora la definitiva pericia técnica de la OPDS (el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible, que fue consultado técnicamente en el contexto de esta investigación y que no nos daría ninguna respuesta) que vendrá a completar su panorama, proporcionándole información sobre el riesgo ambiental del proyecto, para proceder a su análisis y posterior definición respecto del caso.
Con tal información en su poder deberá la corte: primero decidir si mantiene o no la cautelar que impide al club avanzar con las obras en el predio para adentrarse, luego, en una definitiva definición respecto de la constitucionalidad o no de la Ley N°14.516, esa que nos ha otorgado el terreno incluso después de haber sido protegida el área en cuestión.
Como puede apreciarse, y de acuerdo al estado actual del expediente, el club bien podría incluso quedarse sin nada.
Contactados también por el equipo de investigación los principales representantes de Racing Club, nadie ha respondido al respecto. Y tampoco lo ha hecho la Municipalidad de Esteban Echeverría a través de su Secretaría de Ambiente.
Con tanto silencio ensordecedor, y con una OPDS paradójicamente “poco presta en hacer pública la pública información que maneja”, apenas si retumban en soledad los victoriosos dichos de un racinguista mandamás posiblemente envalentonado en su búsqueda de alguna conveniencia extra, que le reditúe en los comicios por venir, de acuerdo con las necesidades y tiempos electorales que transita nuestro club al que preside; dichos de ecos falaces, conforme con lo que propone el expediente judicial I.72.760 y la multiplicidad de hechos que de él se desprenden.
Entre tales hechos se encuentra la medida cautelar decretada por la corte el 28 de octubre de 2015, que impedía al club realizar avances en el predio, modificada en su alcance por la misma corte el 13 de febrero de 2019, supeditando la posibilidad de la ejecución de obras a la satisfacción de determinados requisitos (que al no haber sido aún cumplimentados siguen manteniendo al club inhabilitado).
Otro nuevo hecho es el escrito interpuesto por el Dr. Giannini el 27 de junio pasado (Nro. Presentación Electrónica 30738542) en el que, atento a la información que circulara en la generalidad de los medios afirmando equivocadamente que Racing Club ya podía disponer de su predio, insta a la corte a reconfirmar la vigente medida cautelar.
Estos citados hechos hacen que hoy resulte indiscutible la inhabilitación que nos pesa para realizar cualquier movimiento o modificación en la finca. Y las mentiras de Víctor Blanco, por supuesto.
Porque el estudio del expediente indica que el máximo tribunal bonaerense no ha avanzado nada todavía en su definición respecto de la inconstitucionalidad de la Ley N°14.516. En el caso de que dicha inconstitucionalidad fuera decretada, dejaría de tener validez la cesión de los terrenos efectuada en 2009, así como también la reciente renovación de dicha cesión otorgada por la Resolución 109/2020 de la AABE, que resolviera un nuevo permiso de uso precario y gratuito.
En consecuencia, dado que cualquier inmediata definición judicial al respecto se presenta tanto incierta como empantanada, lo único que puede en esta instancia afirmarse con fundamento, contrariamente a lo que Racing Club anunciara oficialmente en el mes de junio pasado, es que nuestra institución no se encuentra habilitada para construir su proyectado centro deportivo, y ni siquiera tiene la seguridad de poder conservar el tan ansiado predio en Esteban Echeverría, incluso a pesar del renovado voluntarismo político que pareciera avalar sus pretensiones.
Blanco miente. Él de ninguna manera podía ignorar este estado de circunstancia y, así todo, decidió comprarse a “la monada (nosotros, los de la cuotita social y la pasión) con espejitos de colores”. Y ya está empezando a cansar al pueblo académico.
Con Milito lo hizo... y se terminó yendo nuestro gran emblema.
Así, y amén de paliativos deportivos como pudo haber sido dejar por el camino al Flamengo campeón en la Copa Libertadores, queremos algo mucho mejor y transparente para Racing Club en 2021. Gente de Racing, ya dejemos atrás este complicadísimo 2020, junto con todas las mismas viciadas prácticas de nuestras tristes dirigencias que hace cincuenta años se cargan la espalda de nuestro club. Es ahora.
¡Feliz año para todos, amigos albicelestes!
M(+) > m.mas@irrompibleacademia.com.ar